Dios toma la iniciativa

La relación de amor se rompió, pero Dios tomó la iniciativa para restaurarla. Incluso después de la caída, Dios anhelaba conectarse con su creación.  Él tomo la iniciativa y fue a buscar a Adán y a Eva. 

Con el paso de los años y de lo siglos, sostuvo relaciones con muchas personas que decidieron caminar con Él, entre ellos: Abraham, Isaac, Jacob, Noé,  Moisés, David, Sara, Rebeca, Raquel, Miriam, Débora, Rahab, Jocabed, Rut y muchos más. Sin embargo, cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su propio  Hijo como el único mediador entre Dios y los hombres con la humanidad con el fin de que ella volviera a su Hacedor.


Cuando Jesús dijo que había venido a dar su vida, estaba diciendo que estaba dispuesto a tomar el castigo por el pecado del hombre. Cuando los judíos y los romanos clavaron a este hombre inocente en la cruz, Él cumplió la tarea para la que había venido: había venido a 'dar su vida en rescate por muchos' (Marcos 10:45).

El juez paga la multa 

Podría comparar la respuesta de Dios al hecho de que el hombre rompió su mandamiento, a un juez que castiga a las personas que han violado la ley. Si uno de los intrusos resultó ser el hijo del juez, él también tendría que ser castigado; de lo contrario, el juez sería injusto. Pero, ¿qué sucede si después de la audiencia, el juez decide pagar la pena de su hijo?


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